miércoles, 25 de agosto de 2010

Cosas de Cuaimas

Hace algunos años participé en la iniciativa de hacer una revista la cual titulamos MeridaCafé.com... sólo llegamos a hacer una edición impresa pues la venta de la publicidad de aquel entonces era muy dificil. Pero de estas experiencias también se aprenden muchas cosas y ciertamente me sirvió para nuevos proyectos... en fin, en la revista teníamos una sección que se llamaba "El Rincón de las Cuimas" y yo lo escribía, no por ser cuaima, sino por diversión

Aquí les copio lo que fue la primera entrega de ese artículo.

"3 Consejos para una Cuaima"
Muchas veces habrás escuchado sobre el famoso “Cuaimatismo” que caracteriza a algunas mujeres, a unas más a otras menos; si admitimos que en el fondo todas somos cuaimas, lo importante no es serlo sino saber serlo.
Aquí encontrarás una serie de consejos para disimular tu estado natural... acuérdate que ellos suelen decir: “No nos gustan las cuaimas”. ¡Sí, claro!
Consejo No. 1 - Nunca digas “Yo no soy cuaima”. Al igual que cuando un hombre grita a todo pulmón: “¿Yooo? Yo no soy mujeriego”, la mujer cuaima se delata a sí misma usando la mencionada expresión, por lo que se recomienda no hacerlo.
Consejo No. 2 - No permitas que te cache. Generalmente la curiosidad mata al gato y tal es el caso de las cuaimas cuando su inquietud llega a los extremos de la obsesión y les da por revisar todo lo que pueden (correos, mensajes de texto, llaves, carteras, etc.). No es que no lo hagas pero la sugerencia es hacerlo de una manera en la que él no se dé cuenta, ya que si lo hace alegará que tú no confías en él y, por supuesto, lo que realmente sucede es que no confías en “ellas”.
Consejo No. 3 - Sorpréndelo y le remorderá la conciencia. Este es, quizás, el consejo que te dará la ganancia en todo y hay que saber hacerlo para no botar el cuero delante de él.
Ejemplo: Te dejó esperando y llegó 2 horas más tarde...??
Lo que él piensa: “Aquella debe estar hecha una fiera; segurito que me va a formar un rollo, y además estará cinco semanas sacándomelo en cara y haciendo drama por todo...”.
Lo que tú debes hacer: No estar lista para cuando llegue; que otro abra la puerta. Hazlo esperar (en ningún momento le demuestres ansiedad por verlo). Salúdalo con naturalidad No toques el tema de su retraso; entabla una conversación amena y, cuando él esté pensando en lo mal que se siente por no pensar bien de ti, dale una estocada final y hazle un detalle: ¡consiéntelo!
Por supuesto, como es hombre, evitará excusarse y si lo hace se volverá torpe al dar la explicación. En ese momento hazte la desentendida argumentando que estás segura de que su retraso fue por causa de fuerza mayor, y que EN NINGÚN MOMENTO te imaginaste que fuese adrede; que no hace falta explicarse; que no estas molesta porque, además, aprovechaste ese tiempo para otra cosa también importante.
Por último, puedo aconsejarte que seas siempre una mujer auténtica; ten sentimientos hermosos; cuaimatízate cada vez que quieras; haz el drama que se te antoje; confúndelo: no lo hagas entenderte (¿para qué?, no sería entretenido). Simplemente vive la naturaleza de tus instintos y sé Cuaima, pero sobre toda las cosas (como ellos lo hacen siempre) niégalo hasta la muerte... Suerte y nos vemos en el próximo número.



2 comentarios:

  1. jajajajajaja.... como me he podido reír mujer....

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  2. Muy bueno el post Nadia, yo creo que "La cuaima no nace, la cuiama se hace", y eso de que a los hombres no le gustan las cuaimas yo creo que en cierto modo a algunos hombres eso les alimenta el ego. La confianza es un fuerte pilar en una relación.

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